Tener un hogar que huela bien influye directamente en nuestro bienestar. Los ambientadores caseros son una alternativa natural, económica y libre de químicos agresivos para aromatizar cualquier espacio.
Beneficios de los ambientadores caseros
Son fáciles de preparar, más seguros para personas con alergias o mascotas, y puedes personalizar su aroma según tus preferencias. Además, son ecológicos y reducen el uso de envases plásticos.
Ambientador con bicarbonato y aceites esenciales
Mezcla ½ taza de bicarbonato con 15-20 gotas de aceite esencial (lavanda, limón, eucalipto). Coloca la mezcla en un frasco con tapa perforada y ubícalo en baños o armarios.
Spray aromatizante casero
En una botella con atomizador, mezcla 1 taza de agua, 2 cucharadas de alcohol y 20 gotas de tu aceite esencial favorito. Rocía cortinas, cojines y habitaciones para refrescar el ambiente.
Ambientador con gelatina y sal marina
Hierve una taza de agua, disuelve 2 sobres de gelatina sin sabor, agrega sal marina y aceites esenciales. Vierte en recipientes pequeños y deja endurecer. Ideal para salas o escritorios.
Bolsitas aromáticas de hierbas secas
Llena pequeños sacos de tela con lavanda, romero, cáscaras de naranja o clavos de olor. Colócalos en cajones, armarios o el coche para un aroma duradero y natural.
Hacer ambientadores caseros para el hogar es una manera sencilla y creativa de mantener tu espacio con un aroma agradable. Con ingredientes básicos y un poco de imaginación, puedes transformar el ambiente de cada rincón de tu casa.